¿Quién fue el Héroe de Nacozari?

Lo primero que hay que decir es que Los Niños Héroes y el Héroe de Nacozari no tienen nada que ver.

Lo primero que hay que decir es que Los Niños Héroes y el Héroe de Nacozari no tienen nada que ver.

Recuerdo, ¡oh santo cielo!, que una lamentable noche, ¡oh demonios!, de un lamentable día, había una lona colgada bajo un lamentable puente (lamento no haber tomado foto de esa lamentable lona), dicha lona tenía un lamentable mensaje que decía: “La calle Niños Héroes de Nacozari está cerrada por obra, utilice vías alternas”. La lona con el curioso mensaje duró poco tiempo, pero a mí me quedó la espinita de escribir algo sobre el Héroe de Nacozari, nombre que tienen calles de ciudades importantes del país (México).

Jesús García Corona trabajaba conduciendo el tren que iba del pueblo de Nacozari a la mina Pilades, esto en Sonora. Fue el 7 de noviembre de 1907, cuando Jesús tuvo que presentarse a trabajar, aunque no le tocara, pues su compañero Alberto se reportó enfermo. Ese día el tren tenía planeadas 3 vueltas, era un recorrido corto de apenas 4 kilometros. El primer viaje resultó sin contratiempos. Para el segundo viaje el tren tenía que mover 10 toneladas de explosivos de Nacozari a la mina.

Entre esos vagones estaban dos que contenían los explosivos. Mientras acomodaban los vagones, Jesús aprovechó para ir a visitar a su madre, cuando regresó ya todo estaba listo, Jesús y un compañero encendieron el fuego de la caldera de la máquina de vapor, y poco a poco éste comenzó a tomar presión, lo que inició el movimiento del tren.

Como sabemos las máquinas de vapor funcionaban gracias a que el fuego generado por carbón calentaba el agua hasta que esta se evaporaba, y la presión de este vapor movía los pistones, que movían el tren. Así pues, ese día, la velocidad del tren sumado a la velocidad del viento que se movía en contra del movimiento del tren agitaba y movía las chispas que se generaban en el fuego producto del carbón, pasando por la máquina y alcanzando varios vagones. Esto no debería de haber sido ningún problema, pero por algún terrible error pusieron los vagones con explosivos muy cerca de la máquina. Fue un obrero desconocido quien al percatarse del fuego gritó: “Oye, hay humo en el polvorín”. En ese momento Jesús se dio cuenta del peligroso problema que tenía en sus manos.

Jesús García Corona tomó una decisión, como no había agua con qué apagar el fuego, y detener el tren ponía muchas más vidas en riesgo, este le pidió a sus compañeros que saltaran del tren, Jesús puso toda la potencia a la máquina para que esta se alejara lo más posible del poblado y sus compañeros.

A las 2:20 explotó el tren, la explosión fue tan grande que se sintió hasta muy lejos, se rompieron vidrios y el suelo retumbó; del tren no quedó nada, solo la historia del héroe que salvo a un poblado entero a costa de su propia vida.

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